
Sin temor a equivocarnos, podemos afirmar que todo el mundo, en todas partes, tiene una botella de alcohol que atesora en la cocina (posiblemente en el fondo del congelador, en el cajón de los trastes o incluso en el rincón más oscuro del armario). Esta botella es la que se guarda para ocasiones muy especiales que tardan mucho en llegar o que ni siquiera se recuerda haber comprado, hasta que se acuerda de su compra y le lleva a preguntarse si todavía estará en buen estado.
Aunque es cierto que algunos tipos de alcohol duran para siempre (ya que el vino mejora con los años y todo eso), otros necesitan un poco más de cuidado si quiere que duren más y mantengan su sabor hasta que llegue el momento de abrirlos. Después de todo, no hay nada peor que una botella desperdiciada.
Mientras deje las botellas sin abrir en un lugar donde les pueda dar la luz, no hay muchos problemas, pero ¿qué pasa con una botella de vodka, tequila u otra bebida alcohólica que ya se ha abierto? ¿Va en el frigorífico, en el congelador o en un cajón?
Si quiere tener el mejor bar en casa y que el alcohol se conserve más tiempo, debe guardarlo siguiendo estas pautas.
Guárdelos en zonas frescas (y a la sombra)
Todas las formas de alcohol no deben exponerse directamente a los rayos del sol, pero esto no significa que deba guardarse en una cueva oscura. Según los expertos, los rayos UV no dañan el alcohol; sin embargo, la exposición prolongada al sol acelera el proceso de oxidación. Algunos investigadores demostraron que el sol podría ser peor para el alcohol que el calor; tras 15 días de exposición a la luz, una botella de whisky perdió el 40% de su color y ciertas formas de alcohol, incluido el bourbon, perdieron el 10%.
¿Dónde puedo guardarlo?
La norma general es conservar los licores destilados, como el whisky, el vodka, la ginebra, el ron y el tequila, a temperatura ambiente y protegidos del sol, ya que el alcohol puede empezar a evaporarse si se calienta demasiado.
Sin embargo, si las botellas están abiertas, los vinos fortificados como el oporto, el jerez y el vermut deben guardarse en el frigorífico, ya que la temperatura más fría ralentiza la oxidación. Una vez abiertos, el vino blanco y el rosado también deben refrigerarse y volverse a tapar.
¿Qué se puede guardar en el congelador?
El alcohol no necesita congelarse, pero tampoco le hace daño. El vodka puede guardarse en el congelador, sobre todo si lo prefiere muy frío o si quiere mezclar bebidas con él. Sólo tiene que acordarse de sacarlo del congelador al menos una hora antes de beberlo.
El alcohol que quiera beber frío puede guardarse normalmente en el frigorífico.
¿Qué puede permanecer al aire libre?
Siempre que lo coloque en un lugar donde no le dé la luz directa del sol, el carrito de bar es un buen sitio para guardar una botella de vino abierta, que debería tapar si no volverá a beber más, así como el ron, whisky y ginebra.
¿Acostado o de pie?

En general, se aconseja guardar las botellas de vino acostadas, mientras que es recomendable colocar las botellas de otras bebidas alcohólicas en posición vertical. Por ejemplo, poner el whisky de lado en lugar de en posición vertical puede hacer que el corcho se mezcle y se filtre en la bebida, modificando la concentración de alcohol y haciendo que se degrade con el tiempo.